Una cosa diferente

Siento mucho que ha pasado un mes desde la última entrada. Hemos estado toda la familia con el virus que hay por todo el país este invierno y además de trabajar de noche que rompe mucho los esquemas y eso hace que todo se atrase mucho más. En fin, quería daros esta explicación.

Estoy trabajando para publicar una serie de artículos en serie sobre la esencia del Evangelio, pero como preámbulo os paso esto que compartí en una predicación de un estudio sistemático del Pentateuco. Os paso el enlace para que os lo podáis descargar gratuitamente y escucharlo cuando os vaya bien.

Las caractarísticas de Dios

Iniciamos una serie de materiales escritos y visuales para poder conocer mejor quién, cómo y de qué manera es Dios. Es lo que se conoce en Teología como los atributos (características o rasgos) de Dios. En esta ocasión la característica es su Santidad, lo cual ha sido muy mal entendido muchas veces porque nuestra mente no puede abarcar todo el concepto de una realidad que nos supera.

Os pongo este corto vídeo que nos puede dar una idea acerca de este tema que da para mucho, muchísimo más. Miradlo y luego continuamos.

Es curioso que esta característica de Dios es una demanda constante suya en los que reciben su revelación. Para muestra os transcribo dos pasajes:

«Santificaos, pues, y sed santos, porque yo Jehová soy vuestro Dios»

Levítico 20:7
«….sino, como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir, porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo. «
1ª Pedro 1:15-16
¿Cómo puede ser posible esto? Sólo a través de un encuentro personal con Él,  más concretamente teniendo un encuentro personal con Jesús. La única forma de ser transformados es conociéndole a Él. Hoy no tenemos a Jesús presencialmente tocando nuestras manos o cabezas, pero tiene su forma de presentarse delante de las personas por medio de la conciencia esa voz no audible que te dice que algo está mal aunque no haya una ley escrita que lo prohíba; de las cosas hechas como el mundo o el universo al ver ese conjunto de leyes que se cumplen inalterables durante siglos y que el ser humano las descubre que están ahí y las puede poner en una fórmula física; de su palabra, la revelación escrita llamada Biblia. También se muestra por medio de personas que ya han tenido un encuentro personal con Él y a través de su testimonio personal puedes ver cómo Jesús transforma vidas enteras. Este es mi caso, así como el de muchos otros. No hablo de un cambio de religión sino de un cambio de relación con Dios. Así es como Dios se muestra y quiere hablarte a tí personalmente también.

Déjame que te pregunte: ¿Le has conocido ya? ¿Has tenido un encuentro con Él?

¿Quién es Jesús para ti?

Sí, esa es la gran pregunta que debe hacerse la humanidad y cada persona en particular. Al hablar con muchas personas he conocido la variedad de opiniones que hay acerca de quién fue Jesús: un revolucionario, un gran maestro, un filósofo, un enviado de Dios, un profeta, un loco de su tiempo, un independentista o un vividor son unos pocos ejemplos de las variopintas opiniones que pueden llegar a tener las personas de diferentes épocas y contextos acerca de Alguien que marcó histórica, cultural y moralmente a la humanidad hace 21 siglos.

Jesús mismo hizo esta pregunta a sus discípulos. Si quieres, puedes leer Mateo 16:13-17 y ver por tí mism@ el pasaje. En esta primera pregunta que les hace Jesús creo que no buscaba la manera de aquellos tiempos de ver el «feedback» o el «impacto» que estaba teniendo en la sociedad de su tiempo, algo que preocupa mucho en nuestros días seas de donde seas y tengas el status social que tengas. Más bien estaba esperando poder hacer la pregunta siguiente, la que verdaderamente le importaba: «Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?» Eso era lo que verdaderamente le importaba

Dependiendo de cómo contestemos esta pregunta de verdad y sinceramente está la clave de tu vida. A Jesús no le importa lo que piensa la muchedumbre sino lo que piensas tú. Eso es lo importante para cada un@.  ¿Sabes por qué? Porque eso no dejará tu vida, tu mente y tu corazón indiferente. Deja a un lado prejuicios, historias que has visto u oído, comentarios e incluso alguna experiencia que hayas tenido con personas que dicen conocer a Jesús. Has de conocerlo por ti mísm@. Y puedo asegurarte que no es una experiencia mística, no es una leyenda ni es una fábula, sino algo real que sólo puedes experimentar tú si te acercas con sinceridad a la Biblia y empiezas a preguntarte: ¿Quién es Jesús para mi?

Hay algo más en este pasaje: Jesús le dice a Pedro que es bienaventurado («dichoso» o «feliz» podría traducirse) que no se lo reveló nadie, sino Dios. Y eso es una declaración formal de que no hay nadie más que pueda actuar de esa manera. Dios mismo ha diseñado esto así. Pedro era como tú y como yo y recibió la revelación de Dios. Nadie puede revelarte a Jesús en todo lo que significa sino Dios mismo. Podemos hablar de Él, podemos saber lo que hizo, cómo vivió, cómo murió y muchas otras cosas más pero conocer de verdad quién es Jesús para ti sólo lo puedes hacer tú. Es algo entre tú y Dios. Aunque pienses que Él no existe, aunque seas religios@ (seas de la religión que seas) y aunque creas lo que creas sólo tú puedes recibir esto si te acercas con sinceridad a Él.

Así que te reto a que pruebes si esto es verdad o no, porque a pesar de todo lo que pueda decirte sólo tú podrás contestar esta pregunta: ¿Quién es Jesús para ti?