No es la primera vez, y espero que no sea la última, que me encuentro con compañeros de profesión que llevan muchos años en esto del volante y que cada vez que coincido con alguien así, intento que me cuenten sus batallas y los recuerdos que tienen de cuando empezaron en “sus tiempos mozos”. Haciendo esto me he encontrado con todo tipo de personas y me ha tocado escuchar todo tipo de frases tanto en positivo (el transporte ha cambiado mucho en la tecnología para mejor) como en negativo (los de ahora no sabéis lo que es viajar en Pegaso y por nacional todo). Una variedad de frases que no voy a escribir aquí porque esto no quiere ser una crítica a estos veteranos del volante ni a ningún veterano o veterana de ninguna profesión. Antes bien, desde este blog mi profundo respeto y admiración.
Hablando del conflicto intergeneracional que forma parte de la vida, en el artículo anterior veíamos una parte minúscula de lo que dice Dios acerca de cómo quiere que nos comportemos ante nuestros mayores, nuestros padres, abuelos y compañeros con más años que nosotros. Pero si leemos un poco más, veremos que también tiene instrucciones y ejemplos acerca de cómo Dios quiere que los mayores traten a los que vienen detrás. Dios es así de bueno y perfecto.
¿Me acompañais a ver unos ejemplos?
Moisés y Josué
El primero el gran líder que guió al pueblo de Israel a la libertad de la esclavitud con el joven que estaba a su servicio. Cuando estaban llegando a la tierra prometida, Dios mismo le encargó a Moisés que lo designara como sucesor y le encarga varias veces “¡Anímale!” Os dejo los pasajes para que los podáis leer: Deuteronomio 1:37-38; 3:23-29. Y en este pasaje siguiente se ve cómo Moisés lo tuvo que hacer delante de todo el pueblo en Deuteronomio 31:7-8. Impresionante
Elías y Eliseo
Dos profetas, uno curtido en mil batallas y desafiando al rey y a la reina, y el joven Eliseo siendo preparado y enseñado por el mayor. Llega el momento de la despedida y es de mucha sorpresa lo que le dice Elías a Eliseo: “Pide lo que quieras que haga por ti, antes que sea quitado de ti”. Los dos sabían que no se iban a ver más. Y Eliseo no se quedó en ser como Elías, sino que pidió el doble….. ¿Tú que hubieras pedido?
Pablo y Timoteo
Ambos desarrollando un ministerio que cambió el mundo de su tiempo llevando las buenas noticias de parte de Dios por buena parte de lo que es el actual sur de Europa. Aquí se ve en esta ocasión cuando Pablo, el gran apóstol por antonomasia (eso según el diccionario enciclopédico) tiene que enviar a Filipos al joven Timoteo. Lo que dice de él es digno de mención: “Espero en el Señor Jesús enviaros pronto a Timoteo, para que yo también esté de buen ánimo al saber de vuestro estado; pues a ninguno tengo del mismo ánimo, y que ten sinceramente se interese por vosotros. Porque todos buscan lo suyo propio, no lo que es de Cristo Jesús. Pero ya conocéis los méritos de él que como hijo a padre ha servido conmigo en el Evangelio.” (Filipenses 2:19-22)
Pablo también tiene encargos en sus cartas personales a Timoteo y de ahí podemos ver el gran cariño que le tenía al joven.
Juan y los jóvenes
Curiosamente, el apóstol Juan, que es llamado popularmente el apóstol del amor pero que era muy radical en sus planteamientos, tiene dos palabras para los jóvenes que nos broncas sino reconocimiento y ánimo. Están en 1ª Juan 2:13 y 14. “Os escribo a vosotros jóvenes porque habéis vencido al maligno….Os he escrito a vosotros, jóvenes, porque sois fuertes, y la palabra de Dios permanece en vosotros, y habéis vencido al maligno”. Aquí nos da varias claves sobre nuestra vida práctica, pero viendo el pasaje desde el tema que estamos tratando, nos resulta aleccionador que el apóstol, que ya era anciano, escriba de esta manera a los jóvenes reconociendo su fortaleza y perseverancia en las Escrituras. Esto no son palabras corrientes.
Poniendo estos ejemplos, que hay muchos más, podemos entresacar pautas acerca de cómo Dios quiere que los que tienen más experiencia, veteranía y años hagan con los que son más jóvenes que ellos y por consiguiente, no tengan tanta experiencia, veteranía y años.
Animar y encomendar. Esto es lo que nos muestra el primer ejemplo
Atender hasta el último momento. Esto es lo que vemos en el ejemplo de Elías y Eliseo
Recomendar y dar valor delante de otras personas. Eso era lo que hacía el apóstol Pablo con Timoteo
Decir la verdad poniendo el énfasis en lo que verdaderamente hace fuerte a una persona. Eso lo hacía el apóstol Juan en sus cartas
Antes de concluir, dejadme decir algo que es obvio: Esto es un ciclo. Si hoy somos jóvenes, dentro de unos años estaremos al otro lado de la acera. Hemos de tener esto en cuenta porque lo que no nos gusta que nos hagan ahora, lo podemos hacer luego nosotros y que lo veamos normal. Es muy fácil repetir patrones que no nos gustan ahora.
A los veteranos y veteranas de la vida, con esto que hemos estado considerando de una manera muy breve, es lo que Dios desea que hagas con las personas que no llegan a tu edad. Tal vez no tengan la experiencia, vista y conocimiento de la vida como tú. Tal vez hasta te vuelvan la cabeza loca con tantas cosas nuevas que salen ahora que parece que cuando acabas por aprender algo, ya sale otra cosa nueva que te es difícil asimilar. Tal vez no entiendas muchas veces la conversación de los jóvenes, su jerga, y su modo de vestir; pero lo cierto es que son el futuro y, me atrevería a decir que son el presente, y que necesitan tanto como el respirar que intentes entenderlos, animarlos y sobre todo decirles la verdad de una manera cercana y sin tapujos.
Lo cierto es que la Biblia nos muestra un equilibrio perfecto entre todos los tramos de edad y las diferentes generaciones. Todas son necesarias y, aunque pensemos lo contrario, nos necesitamos todos. Cuanto antes entendamos todo esto, mejor nos irá a todos.
¡Buenos pensamientos! Gracias por compartirlos. Son buenos incluso a nivel más general…
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Con esta y otras sencillas reflexiones en la Escritura se intenta demostrar que la Biblia es para todos y no solamente para cerebros teológicos. Tiene una incidencia práctica que muchos desconocen
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