A propósito de las madres…

No soy un gran amigo de celebrar días concretos que celebra todo el mundo tal vez porque lo celebren de verdad, o tal vez porque queda «cool» en tu perfil de Facebook, Instagram, Twitter o cualquier otra red social, o tal vez porque celebrándolo así cada año (o cada cuanto sea) eso sirve para acallar la conciencia de lo que haces el resto del año…

Cuando uno se pone a hablar de la que le trajo al mundo, su madre, se tendría que parar a escuchar la historia de cada una de ellas con sus virtudes y con sus defectos pero que son una especie o tipo de ser humano que es una maravilla si lo pensamos bien. Cualquier médico o anatomista nos puede explicar las fases del embarazo, pero todavía hoy en día a pesar de los avances de la ciencia, se cumple el pasaje bíblico que dice: «Como tú no sabes cuál es el camino del viento, o cómo crecen los huesos en el vientre de la mujer encinta, así ignoras la obra de Dios, el cual hace todas las cosas«. (Eclesiastés 11:5) ¡Menuda comparación! Sigue siendo una auténtica maravilla cada vez que una mujer desarrolla una vida dentro del vientre. Diseño del Creador…

Las madres son muy mencionadas en la Biblia poniéndonos grandes madres de ejemplo, sin esconder sus carencias y defectos, y dándoles el lugar de honor que les corresponde. Hasta Jesús mismo cuando estaba en la cruz dando su vida por ti y por mi, se preocupó de que su madre quedara atendida por parte del evangelista Juan (te invito a leer en Juan 19:26-27) Lo cual nos deja una enseñanza muy clara acerca de la atención a nuestros mayores por parte nuestra cuando lo necesitan. Es triste, muy triste ver a madres desamparadas hoy en día.

Dejadme mencionar tres pasajes que hablan claramente acerca de la igualdad del respeto que los hijos han de tener a los progenitores, pero observad que el punto de vista que pone acerca de la relación con un padre o con una madre son diferentes. Cualquiera que tenga dos dedos de frente reconocerá que no es lo mismo un padre que una madre, generalmente hablando, el tipo de relación es diferente. Transcribo los textos:

«Hay generación que maldice a su padre y a su madre no bendice. El ojo que escarnece a su padre y menosprecia la enseñanza de la madre, los cuervos de la cañada lo saquen, y lo devoren los hijos del águila.» Proverbios 30:11‭ y ‬17

«El hijo sabio alegra al padre; mas el hombre necio menosprecia a su madre.» Proverbios 15:20

«El hijo sabio alegra al padre, pero el hijo necio es tristeza de su madre.» Proverbios 10:1

Creo que no merecen mucha más explicación. Dicho sea de paso, el libro de Proverbios es un tipo de escrito denominado escritura sapiencial por los eruditos, que tiene muchísima enseñanza sobre la familia, el lugar de cada uno dentro de la unidad familiar, cómo ser sabio y sobre todo el respeto y lugar que merece Dios en medio del hogar. Tiene 31 capítulos y da para leer un capítulo al día. ¡Os lo recomiendo encarecidamente!

Hablando ya más personalmente, puedo decir que con mi madre he tenido muchísimas conversaciones en mis años rebeldes de adolescencia… más bien muchas discusiones y enfrentamientos verbales por ver las cosas de otro modo, o por no entender determinadas cosas que ahora sí entiendo (algunas, otras sigo sin entender… ) Mucha paciencia tuvieron mis padres y sobre todo mi madre. Muchos quebraderos de cabeza le he dado, pero siempre ha intentado enseñarme lo correcto a pesar de las dificultades, las adversidades y todos los demás problemas que tuvieron. Muchas veces ha doblado las rodillas para pedirle a Dios que me guardara y me cuidara… y en el punto álgido de un camino tortuoso tuvo que hacer lo más duro para una madre: «Dios, yo ya no puedo más. Te entrego a mi hijo porque yo no puedo hacer más por él. Si se cae a un barranco y se mata, que se mate. Si se muere en un accidente, que lo haga. Pero yo ya no puedo hacer más por él. Le he intentado enseñar Tus caminos todo lo que he podido, pero ya no puedo más….. Así que ahí lo tienes….» Palabras textuales de mi madre. Al poco de este tiempo, puedo decir con honestidad que Dios tocó mi corazón.

Hoy, y siempre, (porque para mí el día de la madre son todos los días, al igual que el día del padre) doy gracias a Dios por mi madre. Es un ser humano como todos, pero es mi madre y en el plan de Dios, es la mejor que me ha podido dar. ¡¡Te quiero mucho, mamá!!

Publicado por

rubenfdezvquez

Padre de familia, conductor de tráiler y predicador de la Palabra de Dios. Alguien normal y corriente

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