Hoy vamos a comentar unas declaraciones que ha realizado online en Twitter el epidemiólogo Oriol Mitjá equiparando a los criminales con la policía, o a la policía con los criminales. Porque según este señor son lo mismo, o según sus palabras, tienen la misma predisposición genética. Os pido que leáis la noticia entera porque la verdad es que no tiene desperdicio. Hacer este tipo de afirmaciones en pleno siglo XXI es ignorar otros casos en la Historia de la humanidad donde alguna clase de mentalidad supremacista o criminalista con determinados colectivos es algo que ocurre desde el principio de los tiempos y hasta el día de hoy. Cambian los actores, los contextos y la época. El principio sigue igual.
La vida no es sólo química. Esa frase ya la hemos usado en un artículo anterior y en un vídeo para ilustrar que las ciencias están relacionadas e, incluso, otros factores. En este caso, a mi modesto entender, este señor está sacando de la ecuación muchas cuestiones que influyen en la vida de una persona como es el estrés por diferentes causas (mandos, contexto momentáneo, entorno familiar, presiones de diferentes tipos) que influyen en las posibles reacciones de una persona que trabaja en el sector policial.
No voy a entrar en temas técnicos porque no tengo la capacitación para ello ni este artículo es para desprestigiar al sr. Oriol Mitjá, Es un profesional al que respeto y mis palabras son desde ese respeto. Lo que voy a decir ahora es como hijo de policía que soy y también como observador de la Historia de la humanidad. Este tipo de afirmaciones que etiquetan a la gente por su raza, por su contexto cultural, por su «código genético» que traen un mensaje subliminal más o menos evidente fue usado por otros momentos en la Historia. Recordemos:
* Hitler creía en la superioridad de la raza aria
* Los esclavistas decían que los negros eran de una raza inferior (¡y algunos hasta argumentaban con la Biblia!)
* Los ingleses en su época dorada del imperialismo exclamaban: «¡¡Nadie es superior a los Inglaterra!!
* Incluso en determinados movimientos religiosos se daban gracias a Dios por no ser mujeres (los religiosos judíos y musulmanes) ni gentiles (todos los que no son judíos)
Decir cosas así por una parte es estigmatizar con propósitos no muy nobles, vamos a decirlo de esta manera. Sus consecuencias suelen ser fatales y perjudiciales. A la Historia me remito.
Como hijo de policía he visto algunas detenciones realizadas por mi padre y también por otros compañeros suyos. Jamás he contemplado un uso de la fuerza indebido. No digo que esto nunca ocurra, sino que estoy hablando de lo que he visto yo. Además de que si la predisposición de los agentes de policía fuese la violencia, entonces esa violencia estaría en su comportamiento con el uniforme y fuera del uniforme. Como hijo de policía he de decir que mi padre fue y es, hoy retirado del servicio activo, un ejemplo de persona con autocontrol (eso que la Biblia dice «dominio propio») y que en ningún momento lo vi ni lo experimenté abusando de su fuerza ni de su autoridad. Ni como policía ni como padre ni como persona.
Otra cuestión que tampoco tiene en cuenta el sr. Oriol Mitjá es el contexto de autoridad que tienen los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado y el uso a través de las órdenes y leyes que le dan personas que, en muchos casos, no tienen nada que ver con esas personas que se ponen el uniforme y que cada día salen a cumplir con sus obligaciones. Creo que muchos no saben lo que es eso.
A muchos de los lectores les sorprendería saber lo que dice la Biblia acerca de la autoridad, tanto legislativa como gubernativa y ejecutiva. Principios básicos que son obviados hoy en día y que en muchas ocasiones dejan a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado de nuestro país atados de pies y manos y sin capacidad para operar como tales. ¿Puede haber abuso? Está claro que sí. En cualquier estamento, gremio y estructura de la sociedad puede producirse. Lo que se debe de hacer es proveer de mecanismos y protocolos que en primer lugar eviten que esos abusos se produzcan y que, si se producen, sean investigados, juzgados y castigados. Eso es lo que haría una sociedad coherente. No una afirmación que criminaliza a agentes que velan por nuestra seguridad y por el cumplimiento de las leyes.
De nada sirve que antes de 24 horas borrara el tuit. El mal ya está hecho. A no ser que pida perdón públicamente….